En el jardín del Edén plantó Dios al hombre
Y de su costilla formó su ayudante
Y la llamó MUJER
Bendito seas mi Señor
Tú escuchas al pobre inspirador
Roca de mi corazón
Deleite eres y mi espíritu acudirá
Siempre a ti Bondad amorosa.
Hacia el Señor espera
Silenciosamente mi alma
Porque de él viene mi esperanza
Mi salvación y mi gloria
Mi refugio fuerte
Por ti Oh Dios mío
No seré avergonzada
Tú eres mi confianza
No me deseches en el tiempo de mi vejez
No me arrase la corriente
De aguas turbulentas
De mi alma tú eres la calma.
AMARILIS SIU RIVAS
–Venezuela
@Derechos
Reservados
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